31 de Agosto, 2017
Llevamos un rato dando alas, pues hasta ahora no había ninguna ascendencia. Tras dejar la Casa de Campo sobrevolando la puerta del Zarzón en su extremo suroeste, hemos pasado a no mucha altura por la zona de Colonia Jardín en el barrio de Campamento. Ahora estamos llegando a la zona inicial del entorno Meaques Retamares y parece que hay una buena térmica. A ver que vemos mientras la giramos y vamos cogiendo altura.
Nos estamos alejando del centro de la ciudad llegando a lo que los humanos llaman periferia, que no valoran ni tratan igual que el centro neurálgico, aunque vive bastante gente. Mis abuelas me cuentan que hace muchos años todo esto era campo, había algunos pueblos pequeños pero la mayoría era campo y cultivos. A comienzos de la segunda mitad del siglo pasado empezó a llegar gente de zonas rurales a trabajar a la gran ciudad, al centro donde empezaba a crecer la actividad económica, industria, construcción servicios.
¿Que que significa eso de trabajar? Los humanos no se buscan su propia comida, ni se construyen su propio nido ni se transportan por sus propios medios, algo que a nosotras nos parece tan natural hacer y que forma parte de nuestras vidas. Ellos, gracias a su cerebro tan desarrollado, se han ido organizando en sociedades en las que estas tareas se van especializando. A grandes rasgos, algunos humanos se dedican a producir alimentos, otros a construir casas, otros a fabricar cosas, etc. ¿Cómo hacen entonces por ejemplo los que construyen casas para obtener alimentos? cambian casas por alimentos? Al principio más o menos, pero enseguida se pusieron de acuerdo e inventaron el dinero. Los trabajadores de la construcción construyen casas a cambio de dinero con el que pueden comprar alimentos y otras cosas y viceversa, y lo mismo pasa con otras actividades. Este sistema les ha dado una gran flexibilidad y según han ido accediendo a fuentes de energía potentes han ido aumentando la especialización y la complejidad de sus sociedades desarrollando una gran variedad de actividades, bienes y servicios. Todo esto tiene cosas buenas y cosas malas según como se gestione. Una de las partes más controvertidas es cómo se calcula el dinero que se paga según el trabajo realizado. La forma de organizarse económicamente que tienen actualmente dice que eso se regula automáticamente según las necesidades del mercado y las leyes de la oferta y la demanda. Lo cierto es que hay una gran disparidad con poca gente que gana mucho dinero y una mayoría que trabajando igual o más tiempo gana mucho menos. A estos últimos los suelen llamar trabajadores y suelen realizar tareas menos especializadas pero no por ello menos necesarias. Lo extraño es que trabajos tan necesarios como criar a los niños y cuidar de los mayores y de los demás, generalmente no los incluyen en este sistema y la gente que los realiza, la mayoría de las veces mujeres, no reciben nada por hacerlos.
Como os contaba, la gente que venía del campo a trabajar a la ciudad se fue instalando en los alrededores del centro, al principio en poblados precarios que con el aumento de población fueron finalmente urbanizados con la construcción de bloques de pisos que fueron creando los barrios obreros en los alrededores del centro. Una de las características de estos barrios es que la gente solía organizarse en asociaciones de vecinos para reivindicar mejoras y servicios públicos pues al ser población con no muchos ingresos estas zonas no solían estar bien atentidas. Se creaba una vida y un ambiente de barrio diferente a las zonas comerciales y turísticas del centro. Actualmente, aún con los cambios sociales de los últimos años, siguen exisitiendo iniciativas y asociaciones que trabajan para seguir dando vida a los barrios.
Desde esta zona si miramos hacia el sureste contemplamos los barrios obreros de la periferia de Madrid, con bloques de pisos bastante juntos, con mucha densidad de población, colores a veces grises, mucho cemento y algunos parques. Sin embargo, si miramos hacia el Noroeste la vista es diferente, se ven más zonas de chalets con piscina, grandes zonas verdes, superficies arboladas, campos de golf, etc. Por eso, esta zona que sobrevolamos hay quien la llama la línea de la pobreza [1].
Parece que los humanos tienden a agruparse geográficamente según la cantidad de dinero que tienen. Los que tienen más dinero se suelen agrupar en zonas amplias con casas grandes a menudo con piscina, con zonas verdes y gozan de buenos servicios de sanidad, educación, culturales, etc. Los que tienen menos dinero suelen vivir en zonas con más ednsidad de población, más contaminadas, peores indicadores de salud. ¿Por que no se van a vivir a las zonas más ricas? A muchos les gustaría pero no pueden acceder a ellas porque son zonas caras y hay que tener bastante dinero.
Es una consecuencia de como funciona eso del mercado y las leyes de la oferta y la demanda y la desigualdad en el acceso al dinero. El porqué unos tienen más dinero que otros es un tema muy largo que daría para mucho pero deja entrever que en cuanto a organización social e igualdad tampoco están tan avanzados.
Y si miramos justo hacia abajo podemos ver, justo entre las dos zonas, un espacio que afortunadamente no está urbanizado. Es como una cuña de territorio cuyo vértice este se sitúa muy cerca de la esquina suroeste de la casa de campo, sólo separado de ella por una carretera.
Por aquí discurren los arroyos Valchico y Meaques que contínua luego por la Casa de Campo hasta llegar al Manzanares. Justo donde se unen los dos arroyos hay una pequeña presa que da lugar a una laguna con abundante vegetación y especies de animales y pájaros. Me gusta mucho pasar por aqui, cuando voy bajo suelo ver conejos, murcielagos, picapinos, mirlos, pequeños buhos, patos y otros muchos tipos de aves acuáticas que me cuentan que cuando hay agua están muy agusto por aqui porque hay muchos peces cangrejos y hasta tortugas en el agua. En algunas ocasiones he llegado a ver zorros y turones [2].
Sin embargo este sitio está muy amenzado pues no tiene ningún cuidado oficial ni protección por parte de los humanos. En verano, si el cauce de los arroyos no lleva agua, la laguna llega a secarse durante varios meses. Lo curioso es que aguas arriba del arroyo Valchico hay un campo de golf bastante grande que está verde todo el año, incluso en los veranos con menos lluvias, parece que para algunas cosas hay más agua que para otras. [3].
Afortunadamente sigue habiendo humanos que se preocupan por el entorno del que forman parte y trabajan de forma voluntaria para cuidarlo y reivindicar su protección y mejora. [4][5]
Hemos cogido bastante altura en esta térmica, vamos a aprovechar para dirigirnos hacia el oeste y avanzar un poco por la zona de Retamares. Nos vemos en la próxima térmica!
[1] Desigualdades sociales en salud en la Comunidad de Madrid (1): la línea de la pobreza
[2] "El grupo ecologista Entorno Meaques Retamares descubre una pareja de turones", El Mundo
[3] "La laguna de Valchico agoniza", El Mundo
[5] Corredor Ecológico Suroeste
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