Volar siempre ha sido una actividad cara y reservada a unas pocas personas con la capacidad económica necesaria .
para pagar los altos costes energéticos y de infraestructuras que necesita la aviación convencional.
Incluso la aviación ligera y deportiva y las formas más básicas de vuelo como el vuelo libre o sin motor,
son actividades que requieren para su práctica de un material especializado bastante caro.
El hecho de que en un aeromodelo el piloto no va a bordo del avión, aunque una limitación
en las posibles aplicaciones, es la causa de su principal ventaja: el bajo coste.
Otra ventaja de no ir a bordo del avión y de su pequeño tamaño y peso es que en caso de "estrellamiento" las
consecuencias no son fatales. Junto al bajo coste esto permite una gran capacidad de experimentación,
a veces utilizando el método de prueba por ensayo y error. En el aeromodelismo siempre ha estado muy presente
el espíritu del "hazlo tu mismo": a partir de una serie de reglas y técnicas básicas, transmitidas y compartidas por la comunidad de aficionados,
el aeromodelista puede, sin tener que gastar mucho, diseñar y construir sus propios modelos, lo que además del vuelo en si,
es una fuente de satisfacción cuando se consigue.
No hacen falta grandes gastos para crear cosas cosas útiles y bellas, depende de la escala con la que valoremos
el mundo. Muchas veces las cosas sencillas son las más valiosas, como decía E. F. Schumacher "Lo pequeño es hermoso".